El polvo y sus bichitos

Bodega polvorienta. Pero más inofensiva que el polvo doméstico. © Xavier Landa/gourmet-image

En plena temporada de alergias, una empresa de potentes aspiradoras me envía esta información. Por su interés, la iré publicando, aunque dosificada.

En este capítulo, trata de la alergia al polvo. Bueno, no precisamente. Sino a los huevos que depositan en nuestros hogares los ácaros del polvo, que son unos bichitos que conviven con nosotros en paz, alimentándose de lo que nos sobra. Pero que, algunos tenemos un radar hipersensible y no les aguantamos ni un asalto antes de estornudar, como poco.

Ácaros del polvo
Estas microscópicas partículas son los alergenos número uno en los hogares del mundo, existen en cada hogar y son imposibles de destruir o prevenir. Alrededor del 85% de los niños con asma alérgica son sensibles a los ácaros del polvo del hogar.
No es el ácaro en sí mismo el que ocasiona la reacción alérgica sino las 20 puestas de huevos que produce cada día.

Cómo combatirlos en casa:
- En las habitaciones, las almohadas, sábanas son zonas casi perfectas para el desarrollo de los ácaros del polvo.
Es imprescindible aspirar el colchón frecuentemente para capturar ácaros y cualquier otro alergeno.
- En el salón, es importante aspirar las tapicerías y cortinas con frecuencia, ya que el polvo y los alergenos se suelen acumular en este tipo de tejidos.
Las alfombras son un campo de cultivo ideal para los ácaros del polvo, éstos se alimentan de las células muertas que caen y se acumulan entre las fibras de las alfombras y moquetas.

* Comunicación 2.0 de Dyson